En mi profesión, paso mucho tiempo con prospectos de Epicor, conversando sobre digitalización y modernización en el contexto de sus sistemas y operaciones de manufactura. Por lo general, una gran parte de esas conversaciones gira en torno a los pros y los contras de permanecer con sus actuales soluciones obsoletas vs. la inquietud y el cambio de seleccionar e implementar un nuevo sistema.

En general, los sistemas ERP tienden a ser bastante esotéricos, y a veces resulta útil utilizar una analogía más cotidiana para transmitir el mensaje. Cuando comparo el uso de un antiguo sistema ERP heredado con la conducción de un coche de hace 25 años, la gente tiende a entender mejor la comparación (además de reírse de la idea de conducir un vehículo tan arcaico a pesar de estar contentos con el uso de una solución empresarial igualmente antigua en su empresa). Ambos suelen tener sus propios retos y limitaciones que pueden afectar al rendimiento, el precio y la experiencia general.

Rendimiento: La lucha por mantener el ritmo

Su coche antiguo puede haber sido un vehículo muy rápido en sus mejores tiempos, pero ahora se ha quedado desfasado con respecto a los modelos más recientes. Tarda más en alcanzar la velocidad deseada, y el motor puede no funcionar con la misma facilidad. Al igual que un coche antiguo al que le cuesta acelerar, un sistema ERP heredado suele tener un rendimiento lento. Puede tardar siglos en procesar datos y generar informes, lo que provoca frustración e ineficiencia.

Los coches viejos también son propensos a los problemas mecánicos. Las visitas regulares al mecánico se convierten en una norma que interrumpe sus desplazamientos diarios y aumenta su estrés. Los ERP heredados se basan en tecnología anticuada que no puede seguir el ritmo de las exigencias de los negocios modernos. Esto puede resultar en frecuentes caídas del sistema y tiempos de inactividad, como un coche viejo que se avería en la autopista.

Los coches viejos son menos eficientes en el consumo de combustible, lo que se traduce en mayores costos. Esto es muy similar a cómo un sistema ERP heredado consume más recursos, tanto en términos de tiempo como de dinero.

Costo del mantenimiento: un gasto interminable

A medida que los coches envejecen, aumenta el costo de las reparaciones. Las piezas son más difíciles de encontrar y los costos de mano de obra aumentan. Es posible que tenga que gastar en reparaciones más de lo que vale el coche. Mantener un sistema ERP heredado también puede resultar terriblemente caro. El costo de mantener el sistema funcionando, incluidas las actualizaciones de hardware y los parches de software, puede aumentar rápidamente. Encontrar expertos que puedan trabajar con sistemas ERP obsoletos es difícil y costoso. Estos especialistas suelen cobrar un extra por sus servicios.

Funcionalidades y características inexistentes: Atrapado en el pasado

Un coche viejo carece de las comodidades modernas, como navegación GPS, conectividad Bluetooth y funciones de seguridad avanzadas. Conducirlo es como retroceder en el tiempo. Los coches viejos no tienen el confort de los pasajeros y las características de lujo de los modelos más nuevos. La conducción puede ser irregular y el interior puede resultar estrecho y anticuado. Del mismo modo, los ERP heredados carecen de las funcionalidades y características avanzadas de los sistemas modernos. Puede que no admitan el acceso a través de dispositivos móviles, el análisis en tiempo real o la integración API con otro software. Buena suerte con el aprovechamiento de las últimas tecnologías como la IA, el aprendizaje automático o la nube con su sistema antiguo.

Aspecto y sensación: estética y experiencia del usuario

Un coche de 25 años puede mostrar signos de desgaste, con pintura descolorida, interiores anticuados y un aspecto desgastado en general. Esto puede afectar a la experiencia general de conducción y al orgullo de propiedad. Del mismo modo, los sistemas ERP antiguos suelen tener interfaces anticuadas y toscas que no son fáciles de usar. El diseño puede ser poco intuitivo, lo que dificulta a los empleados la navegación y la realización de tareas de manera eficiente. Esto puede afectar especialmente a los trabajadores más jóvenes que se incorporan al mercado laboral y que han crecido utilizando aplicaciones modernas con una interfaz de usuario fácil de usar, lo que conduce a mayores niveles de insatisfacción de los usuarios finales con la aplicación empresarial principal de la empresa.

Mirando hacia adelante: es hora de actualizar

Conducir un coche de 25 años de antigüedad y utilizar un sistema ERP heredado conlleva importantes inconvenientes. Aunque ambos pueden haber sido útiles en el pasado, sus limitaciones de rendimiento, costo de mantenimiento y ausencia de funcionalidades los hacen menos viables en el mundo actual. La actualización a un sistema ERP moderno o a un coche nuevo puede ofrecer un mejor rendimiento, menores costos de mantenimiento y acceso a las últimas funcionalidades y características, lo que en última instancia conduce a una experiencia más eficiente y agradable.

Cimientos firmes para el futuro:

Somos una empresa global que lleva 50 años estableciendo relaciones a largo plazo con nuestros clientes, con especial atención a la industria de manufactura. Para comprender las necesidades y prioridades de nuestros clientes, trabajamos en estrecha colaboración con expertos de la industria y con nuestro ecosistema de partners. Combinamos esa experiencia y conocimientos con una sólida I+D para desarrollar soluciones en las que nuestros clientes puedan confiar y que les ayuden a hacer crecer su negocio.

Mark Feathers
Director de Marketing de Productos, Manufactura

Mark Feathers es Director de Marketing de Productos en Epicor, responsable de las soluciones ERP de manufactura en toda la región internacional. Cuenta con las acreditaciones APICS CPIM y CSCP y está comprometido a ayudar a las organizaciones de manufactura a mejorar su efectividad operativa.

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